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Fiesta de los Quintos

El invierno en Chera es una estación muy rica en tradiciones y manifestaciones populares, el trabajo en el campo exige dedicación en la recolección de la oliva, pero, siempre encontrará Chera un tiempo para la diversión, tras el paso de las Navidades y con el comienzo del nuevo año se celebran en nuestro pueblo las fiestas de los San Antones.

San Antón es para la mayoría de la gente del entorno rural el patrón de los ganados y por extensión de los animales. En Enero se celebran hogueras en honor a este Santo. El culto al fuego desde antaño se ha utilizado para combatir plagas, paliar los efectos nocivos sobre las cosechas o para purificar. Alrededor de la hoguera se reúnen los vecinos compartiendo cena y charla convirtiéndose de alguna manera, en una fiesta que anima la fría noche de enero, así el fuego aparece como una unión entre las gentes.

El mismo fin de semana que encendemos las hogueras en Chera, celebramos la fiesta de los quintos, llamados así por ser antiguamente la quinta parte de los hombres del pueblo llamados a filas-. Actualmente aunque los muchachos ya no van a la mili, la fiesta se sigue celebrando con mucha aceptación por parte de la gente convirtiéndose desde siempre en unos entrañables días de invierno de gran tradición en el pueblo.


Una de las hogueras de San Antón

Quintos y acompañantes organizan la fiesta en la que parte muy importante, son los padres y madres sin cuya colaboración es muy posible que la fiesta hubiera desaparecido. Unos días antes los quintos habrán hecho la zurra bebida a base de vino y azúcar entre otros ingredientes y dejándola macerar hasta que llegue la fiesta. Esta bebida se ofrece a la gente en la bota que llevan los boteros, chavales que todavía no han sido quintos. Deberán ir a por la leña para que, la hoguera de los quintos que es la más grande del pueblo, no se llegue a apagar durante los días que dure la fiesta.

El viernes y sábado, más próximo a al día 17 de enero "San Antón", los quintos comen y cenan juntos con sus familias. Por las noches, la orquesta amenizará tocando hasta el amanecer. Hace años era emblemático el baile de la maleta en el cual una persona lleva la maleta mientras todas las parejas bailan, se trata de ir pasando la maleta e ir cambiando de pareja, pero hay que estar atentos pues, cuando para la música, que puede ser en cualquier momento, el que tenga la maleta deberá pagar una módica cantidad, la risa y la juerga están garantizadas.



A primeras horas del domingo y con el sueño a las espaldas, da comienzo la "Vuelta de los Quintos". los muchachos recogen las "tajás" de tocino en un sable por muchas casas del pueblo. Hace algunos años todavía era habitual que la burra del tió Simón con un pequeño carro recorriera las calles portando las tajás y la bebida de los quintos, Hoy es Parra el que se presta con el carro y la burra . La vuelta dura casi toda la mañana del domingo, quintos y las personas que así lo quieren, al compás de la charanga recorren los barrios del pueblo entre bailes y risas y con no poco frío que se va paliando con algún trago que otro. Tras empezar en la plaza del Ayuntamiento sobre las 8 de la mañana, y tras recorrer todos los barrios vuelve de nuevo al centro de la población con gran armonía, diversión y no poco sueño. Han pasado varias horas desde que empezó la Vuelta, los quintos cansados por tres días de fiesta les ha llegado el momento de retirarse, el fin de semana ha sido intenso y hay que descansar. Al año que viene ya les tocará a otros.

¡¡¡Hasta San Antón "aguilandos" son!!!


"...Si usted se la bebiera, le cantariamos todos, a la bam a la bam a la bam, a la bam a la bam a la bam, que beba, que beba, que beba y que pum, que beba, que beba, la sangre de Jesús..."
Canción popular que se canta a quien bebe zurra. 


© Lola Cervera